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jueves, 11 de abril de 2013

Documento Inicial

Invitamos a leer el presente documento que enmarca algunas ideas que queremos compartir con quienes nos acompañarán a lo largo de las jornadas, desde diferentes roles.
Creemos que es una forma más de acercarnos y dar un marco que nos permita contar por dónde vamos e invite a reflexionar y poner e discusión nuestras dudas y certezas.
 
11avas Jornadas de Tiempo Libre y Recreación
"El rol de la Recreación en los procesos de transformación social,
hacia una sociedad más humanizada"
Luego de las décimas jornadas, que nos cubrieron con ese aroma a esperanza, reafirmando la sensación de ser much@s pensando en estas cuestiones y llevando adelante experiencias transformadoras, creímos necesario retomar el eje de la transformación social para profundizarlo, así que nos propusimos que estas 11avas Jornadas sean un espacio propicio para el debate, la reflexión y la propuesta de horizontes de acción, respecto del rol de la Recreación en la construcción de una sociedad más humanizada.


Este texto nació en el colectivo de organización de las jornadas, donde con el corazón y la cabeza, intercambiamos certezas, preguntas y textos que nos ayudaron a pensar. Y queremos compartir algunas reflexiones con ustedes con la intención de invitarl@s a que las propuestas que lleven a las Jornadas dialoguen con algunas de estas ideas. Para ponernos en sintonía, como si afináramos los instrumentos de una orquesta. Para que al comenzar estas jornadas tod@s vislumbremos cuál es el camino que vamos a recorrer, cada cual a su paso, con su ritmo y su historia, pero junt@s.
Sabemos que “una sociedad más humanizada” es un tema enorme, que incluye infinidad de aspectos, miradas y proyectos posibles.
Por eso elegimos algunas ideas en las que hacer foco, para que nos sirvan de puertas de entrada, y así empezar a andar junt@s el camino hacia las 11avas.


¿Qué nos deshumaniza?
Comenzamos por nuestras propias vivencias: ¿Cuando nos sentimos “deshumanizad@s”? Nos preguntamos: ¿Qué es lo que nos deshumaniza, nos distancia, nos aliena, nos automatiza? Y empezamos a responder... Y a buscar “detrás“. Preguntándonos por las causas profundas, con la intención de identificarlas para enfocar nuestra tarea en esos “nudos“, para contribuir a desatarlos.
En esa búsqueda, encontramos que, detrás de esas respuestas sobre la deshumanización, hay una fragmentación, un tejido roto, la jerarquización de unas formas o aspectos sobre otros, formas de dominación y de control. Van algunos ejemplos:
Con nostr@s mism@s:
  • La negación del cuerpo, de los sentimientos, de la intuición, de la espiritualidad.
  • La fe ciega en la razón.
  • La separación entre un tiempo de trabajo y un tiempo de vida.
  • La escisión entre el objeto de conocimiento (sobre lo que se piensa, analiza y actúa) y su contexto. Y la pretensión de objetividad pura ante ese objeto de conocimiento.
  • El desempoderamiento, la escasa toma de decisiones sobre el rumbo colectivo de nuestras vidas, la falta de autoconfianza, repitiendo modelos homogeneizantes.
Con l@s Otr@s:
  • La creencia de que el elemento principal de una sociedad son sus individuos en vez de que lo sean las relaciones sociales, y el individualismo que esto genera.
  • El miedo al Otro.
  • La dominación y la explotación.
  • La homogeneización de lo diverso.
  • La mercantilización de las relaciones y de l@s otr@s.
  • La naturalización de las situaciones deshumanizantes, que se traduce en indiferencia ante la imposibilidad de modificarlas.
  • La masificación y el consumismo.
  • La desarticulación del tejido comunitario (falta de encuentro, de confianza real en l@s otr@s, de solidaridad, organización y cooperación).
Con todo “Lo Otro”:
...categoría invisibilizada, nuestra relación con la Naturaleza, con el territorio que habitamos, con la diversidad de vidas no humanas y de procesos con los que cohabitamos en esta nave espacial que viaja alrededor del Sol.
  • El reemplazo de la cosmovisión de los pueblos originarios, la idea de la Pachamama de la que somos parte y que nos da sustento, por la de un “mundo máquina“ al que podemos (y debemos) controlar y explotar.
  • Una forma de habitar la tierra que nos hizo y continúa haciéndonos perder vínculos con el propio territorio y la diversidad cultural que nace entretejida con él.
  • La alienación respecto de los tiempos y ritmos propios que se acompasan con la Naturaleza.
  • El modelo de producción de tipo capitalista, que genera la devastación de la capacidad del Planeta de seguir sosteniendo nuestra vida.


Estas fragmentaciones, a las cuales nos referimos anteriormente, se alimentan en las formas de conocimiento del paradigma mecanicista, la racionalidad instrumental y el pensamiento único, como también en la linealidad, para el ejercicio del control y la dominación. También encontramos otras expresiones que nutren los procesos de deshumanización como por ejemplo los valores del neoliberalismo: el individualismo, los derechos de propiedad privada, el libre mercado y el gobierno representativo. Creemos que estas fragmentaciones generan un sistema de relaciones injusto e insostenible, que produce una ética de seres humanos cosificados, del sálvese quien pueda, de la infelicidad.


Soplan vientos de cambio
Hacemos esta lectura alimentad@s por la rabia y el amor, que creemos necesarios y humanizantes, con la intención de identificar aquello que queremos deconstruir y reconstruir, conscientes de que hay una convivencia de estas concepciones y prácticas, con otras que las disputan. Alternativas que debemos analizar con la misma intensidad para potenciarlas, para profundizar los cambios que generamos día a día.
Creemos que soplan vientos de cambio, el paradigma de la deshumanización está en jaque: por las ideas científicas que revolucionaron el siglo XX, por las crisis sociales y los movimientos sociales que surgen de ellas, porque la capacidad del Planeta de sostener la Vida está al borde, por un sentimiento interior que nace en nuestros corazones, porque las voces silenciadas en América por 500 años se están despertando y susurran gritos que guardan toda la potencia vital que supieron cuidar…porque cada vez somos más l@s que creemos que para cambiar el mundo es necesario cambiar la forma de hacer el mundo.
La transformación social que buscamos, ese “cambiar el mundo”, es cambiar nuestra visión sobre el mundo, transformar ideas y prácticas recuperando las relaciones que perdimos con partes de nosotr@s mism@s, las relaciones que perdimos con l@s otr@s con quienes convivimos y que son a su vez con quienes nos ”vamos haciendo”, y las relaciones que perdimos con el territorio que habitamos.
Y en ese deconstruir y reconstruir ideas y formas de hacer, ir contribuyendo a una ética en permanente retroalimentación, una ética de la Vida y para la Vida, para la convivencia en la diversidad, con justicia social y ambiental.


Y cuando nos preguntamos qué es lo que nos “humaniza”, nos llovieron palabras de amor, aprendizaje, encuentro, comunicación, afecto, emociones, de dar y recibir, de reciprocidad, de recuperar lo comunitario y los sueños colectivos, de creación cotidiana y de integración con la Naturaleza.
¿Cuales podrán ser entonces nuestros aportes en esa transformación social, en esa nueva forma de ver y hacer el mundo, que nos conduzcan hacia una sociedad más humanizada, una sociedad que reconstruya sus relaciones con la alegría del encuentro y el respeto por lo diverso?
Relaciones nutridas por:
  • Las formas de conocimiento de la complejidad.
  • La cooperación y la ayuda mutua.
  • El reconocimiento del Otro.
  • Las ideas y formas de organización y decisión colectivas y horizontales, que permitan la participación real.
  • La multiculturalidad, la celebración de la diversidad.
  • El diálogo de saberes.
  • Una economía con equidad, que sea sustentable social y ecológicamente.
  • La integración de cuerpo, razón, sentimiento y espíritu.
  • La expresión de nuestros mundos internos y externos. La conexión con nuestra capacidad creadora.
  • Una forma de habitar que recupere el espesor de nuestras tierras y nuestros espacios urbanos.
Relaciones que construyan la ética de una sociedad más humanizada, más justa, más sostenible, con más amor y menos miedo.


Preguntas que nos sirven para caminar...
¿Y cuál es el rol de la Recreación en todo esto? ¿Cuál es nuestro rol en esa transformación?, ¿hacia dónde?, ¿con quién o quiénes?, ¿sobre qué aspectos acciona la Recreación?, ¿cómo articula con otros campos de acción o con otras disciplinas?, ¿es un camino entre tantos otros posibles?, ¿por qué lo elegimos?, ¿cómo hacemos para ser coherentes?, ¿desde qué perspectiva nos paramos?
Nosotr@s ensayamos algunas respuestas y l@s invitamos a hacer lo mismo.
Creemos en la Recreación como herramienta de cambio social. Y pensamos que nos permite trabajar en los niveles que antes nombramos: lo individual, lo grupal/social, lo ambiental, modificando las formas de vernos a nosotr@s mism@s, a l@s otr@s y a lo que nos rodea, tendiendo a religar e integrar cada uno de estos aspectos en nuestras prácticas.
De estas tres instancias, probablemente la que más desarrollo tiene es la grupal, por eso nos invitamos también a pensar en qué medida lo social, lo individual y lo ambiental atraviesan nuestras prácticas.
Nos proponemos que las Jornadas sirvan para abordar algunas de estas cuestiones, que nos interpelen a respondernos preguntas como las que siguen:
¿De qué manera nuestras prácticas reproducen las formas de conocimiento, de relaciones, de organización que producen ese mundo deshumanizado?
¿Cuáles de nuestras prácticas nutren una forma distinta de ver y hacer el mundo?
¿Qué aspectos de nuestra tarea requieren de nuestra permanente revisión crítica?
¿Qué otras preguntas nos podemos hacer juntos para repensarnos?
¿Qué metodologías, técnicas o herramientas son más útiles en este camino de transformación?
¿Qué supuestos o creencias es necesario deconstruir en este camino hacia la humanización?


¿Qué prácticas es necesario estimular, crear, ejercitar en la construcción de una sociedad más humanizada?


¿Qué aspectos o ejes nos parecen más potentes para abordar?
¿Qué experiencias tenemos para compartir?
¿Qué oportunidades vislumbramos? ¿Qué horizontes queremos soñar juntos? ¿Qué estrategias concretas podemos construir para caminar hacia ellos?


Esperando el encuentro...
Queremos seguir aprendiendo de las huellas que creamos cotidianamente en nuestros territorios, e imaginamos el cierre de las Jornadas como la apertura de nuevos caminos a recorrer con incertidumbre y entusiasmo, nutridos de nuevas miradas, voces, ideas y experiencias que nos impulsen a seguir recreando este mundo.

Esperamos ansios@s el momento de encontrarnos cargad@s de experiencias para compartir, preparad@s para el abrazo y la sonrisa, para el juego y el debate, para celebrar la construcción colectiva de conocimiento, para construir junt@s este espacio de transformación con alegría y esperanza.


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