Nos resulta muy difícil de explicar qué fueron las 13as Jornadas porque tanta gente compartiendo experiencias, ideas, sueños, convicciones y alegrías a lo largo de 4 intensos días es apenas una pequeña parte de lo que queremos decir.
Gente que venía de muy lejos y quienes habitualmente transitamos los pasillos del ISTLyR, nos reencontramos, nos abrazamos, nos reconocimos y empezamos a pensar el recorrido a compartir. Algunas personas habían visitado instituciones del ENECA o la sede de La Cantera y ya habían empezados sus Jornadas. Para el resto, fue la primera de muchas bienvenidas.
Llego la Mesa de Apertura, la cual combinó experiencias traídas de recorridos muy diversos que pusieron el acento en la vivencia, la lúdica, los límites y las libertades, invitándonos a compartir un intenso debate.
A la mañana siguiente, mientras seguía llegando gente, nos transformamos en comunidades con diferentes características, cantidades y territorios. Hubo que acordar, visitar, confrontar y poner nuestra magia al servicio de una comunidad que ponía en juego sus reglas y buscaba una fiesta.
Luego del almuerzo, recordamos a Barby quien fuera parte del equipo de Jornadas, y nos regalamos una pequeña parte de lo que ella nos enseñó para guardarlo en cajitas. Tras lo cual, algunas experiencias nos compartieron sus relatos relacionados con la Salud, la Infancia y las Políticas Públicas. En paralelo, se traía la pregunta de si es el momento de pensar una sindicalización de los espacios laborales y se analizaba el campo de la Recreación en un gran mapa. Al salir de las aulas, nos encontramos con la Murga Express de Rosario, quienes nos compartieron sus canciones, un momento mágico sabiendo que nacieron tras un taller que transitaron justamente en estas Jornadas el año pasado.
Y esa noche nos fuimos a jugar a Ma Kashur a la Noche de Juegos que nos invitaba La Cantera...
9 de la mañana, nos encontramos en una gran ronda para bailar y bienvenirnos. Primeros talleres... en los pasillos flotaba un nosequé que pintaba caras y dejaba verse bailando murga, actuando o caminando abrazado.
Tras un almuerzo al sol, los cursos. propuestas de profundización que nos tensaban certezas en torno a la libertad, la lúdica y los límites. Se visitaron mundos, se jugó en el bosque, en las plazas del barrio, se hicieron galletitas, se recuperaban deportes de lugares desconocidos y se pensaba la educación en la escuela, el jardín o con jóvenes. Recorridos que cerraron al caer el sol y se agitaron como empezamos el día: bailando. Pero esta vez, en La Minga, y al ritmo de Ahora es Cuando.
Último día, ¿tan pronto? Desayuno y un festejo de cumpleaños. Último bloque de talleres, empezábamos a despedirnos, seguíamos reflexionando en clave de juego.
Y llegó el cierre: recuperar frases, sensaciones, debates, acuerdos y desencuentros. Y la propuesta de un abrazo... pero en serio. Y poner luego en juego, todo lo que habíamos compartido, desde el abrazo con alguien quizá desconocido a intentar abrazar y cuidar a todo aquel que viera que podía cuidar. Una ronda que crecía, unos límites cada vez más grandes y unas libertades arriesgando más y más... y no nos queríamos ir... y con la excusa de una última foto nos seguíamos saludando.
¿No te alcanzó? A quienes pensamos, organizamos y transitamos este encuentro ¡tampoco! Será cuestión de volver a encontrarnos en 2016...
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